¿Sirven las listas de pros y contras para tomar decisiones?

¿Cuántas veces has utilizado la famosa lista de pros y contras para tomar una decisión? ¿Has sido sincera en plasmar a ambos lados todas las verdaderas razones y motivos por lo que tomar una de las dos decisiones? ¿Después de realizar este procedimiento, has ejecutado la decisión segura de ti misma y del posicionamiento que habías tomado? ¿En que medida, antes de realizar esta lista, ya intuías la decisión que debías tomar?
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A la hora de tomar una decisión, se activa una región de nuestro cerebro, denominada corteza prefrontal, la cual es la encargada, entre otras muchas cosas, de planificar, organizar y ejecutar las acciones de nuestro día a día, entre las cuales de forma intrínseca se produce el fenómeno de toma de decisiones, mediante lo que se conoce en psicología como el balance decisional.
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Este último proceso, se realiza mediante el análisis riesgo/beneficio de tomar una determinada opción, pero teniendo en cuenta que en él (y aquí es donde está el verdadero “Quid de la cuestión”) interfieren el contexto actual de la persona, experiencias o aprendizajes del pasado, creencias nucleares, pensamientos automáticos, miedo, incertidumbre, etc. Todas estas variables pueden predisponer la balanza hacia un lado u otro a pesar de que el beneficio sea tremendamente superior al riesgo, y la persona sea plenamente consciente de ello.
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Cuando realizamos la famosa lista de pros y contra, si somos capaces de pararnos 20 segundos a reflexionar honestamente en que alternativa de la decisión sería la más responsable para nosotros mismos, es posible que en ocasiones, antes de hacer la lista ya sepamos que decisión es la adecuada para nosotros o cual es la que no deberíamos escoger. Además, también corremos el riesgo a la hora de señalar las diversas razones en cada una de las alternativas, de forma semiinconsciente minimicemos alguna de ellas, para inferir en que salga el resultado que nosotros verdaderamente deseamos.
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¿Cuántas veces habremos analizado, reanalizado y reflexionado sobre la decisión que queremos tomar y que ya tenemos decidido, pero no la hemos ejecutado? Si ya la tenemos decidida, y es el resultado que hemos obtenido en la famosa lista, ¿por que no la podemos poner en marcha? ¿Qué papel juega el miedo? ¿y el autoengaño? ¿y las experiencias del pasado?
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En definitiva, las listas de PROS y CONTRAS, pueden ayudarnos a CLARIFICAR, TOMAR CONCIENCIA U ORIENTARNOS hacia nuestras preferencias a la hora de tomar una decisión, y en determinadas ocasiones, seguro que pueden echarnos una mano, pero en un proceso de decisión complejo, influyen otros aspectos mucho más importantes como los citados anteriormente. Además, a veces por pensarlo y razonarlo de forma excesiva u obsesiva, corremos el riesgo de bloquearnos. Como bien dice un colega de profesión, parálisis por análisis.
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Recuerda, que en las consultas de psicología, no solamente tratamos trastornos psicológicos, sino que también nuestra labor es apoyar, acompañar, y ayudaros en problemas del día a día.

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