¿Por qué nos gusta más comer patatas fritas que brocoli?

En España, la obesidad ha aumentado del 7,4% al 17,0% en los últimos 25 años. En niños y adolescentes el porcentaje sería de 25% (sobrepeso) y 15% (obesos). Es decir, “de cada 10 niños y adolescentes de 2 a 17 años, 2 tienen sobrepeso y 1 obesidad”. Además, Cerca del 40% de los adultos en España tiene sobrepeso (Estudio Nutricional de la Población Española, 2015)

Exceptuando aquellos casos, en que este sobrepeso tiene un origen fisiológico, bien sea por una enfermedad o adquirido por la carga genética heredada de los padres, nuestros hábitos alimenticios cada vez condicionan más nuestra salud. Comemos más comida chatarra, y menos verduras, hortalizas y legumbres.

¿Pero por que nos gusta más este tipo de «comida», si es que se puede decir comida, que otros tipos de alimentos más sanos? El motivo principal de esta preferencia, lo encontramos en un proceso cerebral, concretamente, en el circuito cerebral de recompensa, cuyo buque insignia y pieza fundamental en este proceso, es la ya tan famosa dopamina. Este neurotransmisor está asociado a la motivación, al refuerzo y a la búsqueda de estímulos que producen placer al individuo. De forma resumida, cuando se activa este sistema, una región del cerebro denominada área tegmental ventral, libera dopamina a otra estructura del cerebro llamada núcleo accumbens, guiando y motivando la conducta de la persona a la búsqueda de ese estimulo reforzante, y por lo tanto, produciéndole esa sensación «agradable» (Salamone y Correa, 2012)

Así pues, hay alimentos, que se conocen como «palatables» puesto que de por si mismos hacen que tras su ingesta, nuestro cerebro libere más dopamina en las regiones comentadas anteriormente, produciendo esa sensación «agradable» o de refuerzo. Estos alimentos se caracterizan por tener un porcentaje muy elevado de grasas y azúcares (hamburguesas, patatas fritas, donnuts, pizzas, helados, chocolate, etc.). En cambio, existen otras comidas como las legumbres, y las verduras, que al no tener esta capacidad de hacer segregar al organismo este neurotransmisor, no activan el sistema de recompensa y por está razón, solemos percibirlos como menos apetitosos.

Pero no basta solo una explicación neuroquímica para comprender por que nos gustan más los alimentos chatarra a otros más saludables, ya  que existen dos características comunes más, que incrementan esta preferencia por ellos.  La primera de ellas, es el sabor. Por norma general, la comida basura debido a su alto contenido en grasas, aditivos o azucares, hace que su sabor sea mucho más intenso y potente que otros alimentos de procedencia más natural y más saludables. Y la segunda, es que además del sabor, la fácil adquisición de estos alimentos, hace que muchas veces por motivos de comodidad recurramos continuamente a ellos, bien sea porque nos es más fácil cocinarlos, o por la gran variedad y disponibilidad que hay en las estanterías de los supermercados.

Dedica tiempo a la elección de los alimentos que vas a comer, establece una rutina de horarios para las comidas, y recuerda que unos buenos hábitos de alimentación son muy importantes para nuestra salud mental, ya que entre otros muchos motivos, si comemos mejor, tendremos una mejor autopercepción de nuestra imagen personal, puesto que nuestra apariencia física se verá beneficiada de la ausencia de estas comidas tan grasientas o azucaradas. De esta forma, no aumentaremos de peso, y favoreceremos la satisfacción con nuestra imagen personal, aumentando así nuestra autoestima.

 

Pere Grimalt Ribes

Psicólogo CV12295 General Sanitario y Especialista en adicciones

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